Emite Ieqroo invitación para ser observador u observadora electoral

El Instituto Electoral de Quintana Roo invitó a la ciudadanía en general a participar como observador u observadora electoral en las elecciones locales de este año.

A pesar de que se considera que este ejercicio permite otorgar una mayor transparencia a los procesos electorales, muy pocos ciudadanos están interesados en vigilar las votaciones: en el 2021 solo siete personas se registraron como observadores electorales para los comicios de ese año.

De acuerdo a la información proporcionada por el Consejero Electoral y Presidente de la Comisión de Cultura Política, Juan César Hernández Cruz, todos los ciudadanos quintanarroenses interesados tienen hasta el 7 de mayo para inscribirse, en el portal www.ine.mx.

Una vez que se registren, podrán tomar el curso de capacitación, con la opción de hacerlo de manera presencial o virtual.

Explicó que la función del observador u observadora electoral es observar la instalación de casillas, el desarrollo de la votación, el escrutinio y cómputo de la votación en la casilla, la recepción de escritos de incidencias y protestas, la lectura en voz alta de los resultados en los Consejos Distritales, la fijación de resultados de la votación en la casilla y clausura de la misma.

“Es importante que las personas se involucren a través de esta forma de participación, ya que ayuda a darle validez a las elecciones, además de que nos permite identificar áreas de oportunidad para mejorar gracias a los informes de las y los observadores electorales que nos entregan después de las elecciones”, declaró el consejero electoral.

Se estará vigilando que no existan vínculos entre partidos políticos y los acreditados para fungir como observadores electorales, esto para evitar que realicen proselitismo o tengan un conflicto de intereses durante el ejercicio de sus tareas

Por ello, se advirtió que la posibilidad de que un partido político manipule dicho instrumento para tener una ventaja en los comicios “constituye un factor que amenaza con desvirtuar por completo la figura de la observación electoral, pues al ser susceptible de caer en un conflicto de intereses estaría propiciando exactamente lo contrario a lo que constituye su propósito fundamental: vigilar la pulcritud de los comicios”.