Familias de Quintana Roo quitan alimentos de su mesa por la inflación

La inflación deja “sin comida” a las familias de Quintana Roo. El alza de precios, una de las más altas del país; ha afectado de tal manera a la población que la mayoría ha dejado de comer ciertos alimentos, optando por productos más baratos.

De acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la escalada de precios provocó que en el estado la canasta básica incremente su precio en casi mil 200 pesos en los últimos dos años.

“Y por eso ahora las personas cambiaron todos sus hábitos de compra: antes compraban el aguacate hass, pero desde que subió su precio en 50%, adquieren más el aguacatillo, una opción local que es mucho más barata”,

dice don Julián Cen Cosgalla, dueño de una central de abastos en Chetumal.

Dijo que hasta el aceite ahora compran más de girasol y maíz, que aunque es más perjudicial para la salud, también es más barato que los de soya o de olivo, cuyo precio pasó de 32 a 47 pesos en el último año.

Don Gustavo Martínez, propietario de una pollería en el Mercado Lázaro Cárdenas, también manifestó que antes sus clientes solían priorizar las pechugas de pollo, pero debido a que su precio subió casi 50%, ahora optan por llevarse el pollo entero, mucho más barato aunque con menos carne.

El consumo de cereales y lácteos también se modificó, optando por versiones genéricas de las marcas más reconocidas. También se redujo el consumo de huevo, cuyo precio pasó de 45 pesos a casi 78 en algunos lados.

Locatarios del mercado municipal Ignacio Manuel Altamirano puntualizan que en el 2019 cada cliente gastaba en promedio a la semana hasta 800 pesos “en despensa básica”, como carne, verduras y otros comestibles. Hoy, su consumo se redujo a cerca de 600 pesos, siendo las carnes rojas, mariscos y pescados el principal “sacrificado” en las compras de los chetumaleños.

sipse