Mafia maderera amenaza a la selva maya; hay cinco países implicados

En Calakmul, el tráfico de maderas continúa siendo una constante que pone en riesgo la vida forestal de la selva maya y las zonas naturales protegidas en el país vecino de Guatemala, manifestó el guardaselvas Francisco Asturias, al recordar que desde el 2019 se realizan trabajos interinstitucionales para evitar la problemática; esta mafia moviliza unos 11 mil millones de dólares anuales en el mundo de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El sistema de trabajo de los taladores es entrar por la zona selvática de México a sacar especies de madera con valor comercial importante, problema que se replica en Guatemala, donde hay indicios de que los traficantes están en contubernio con la mafia de China. Sólo en febrero de 2022, durante la primera semana, se detectó vía satelital a personas a bordo de motos, que no fueron ubicadas.

En cuanto a la incidencia más reciente, Asturias recordó que en la primera semana del mes pasado su grupo recibió el reporte, vía satelital, sobre la detección de personas a bordo de dos motocicletas. Por ello, los grupos “Génesis” y “Diprona” salieron inmediatamente en su búsqueda y destruyeron el campamento de taladores ilegales al Norte de El Mirador; sin embargo, no dieron con los responsables, los cuales escaparon rumbo a Calakmul. Donde crecen dos de las especies de maderas preciosas más codiciadas en el mercado negro, el granadillo y el ciricote, de acuerdo con el director de la Reserva de la Biosfera de Calakmul, José Zúñiga Morales.

Las maderas más costosas son el cedro y la caoba, el metro cúbico de esta se cotiza en siete mil pesos; el granadillo y el ciricote se venden en el mercado negro hasta en 60 mil pesos.

De las labores como guardaselvas, Francisco Asturias detalló que está la protección mediante patrullajes, con grupos especializados y aplicaciones conectadas a satélite, con “apoyo financiero” internacional para tener equipo adecuado, como Global Conservation.

Uno de los últimos casos reportados en la Península de Yucatán fue en puerto Progreso, Yucatán, donde incautaron 25 contenedores con palo de rosa (un tipo de madera fina de tono rojizo) con un valor en el mercado de 72 millones de pesos.

El hecho se registró en la segunda semana de junio de 2021, ahí, personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), así como marinos de la Unidad de Inteligencia Naval y del Centro de Fusión de Inteligencia de la Secretaría de Marina realizaron la incautación.

La selva maya es una región de bosque tropical compartida con Belice, Guatemala y México, con extensión geográfica superior a los 10 millones de hectáreas, genera conectividad entre diversos sistemas de áreas naturales protegidas, que suman más de cuatro millones de hectáreas bajo conservación, las zonas tienen amenazas comunes como incendios forestales, tráfico de madera y de fauna.

Un ejemplo de la región es la Reserva de la Biosfera de Calakmul, que de acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) pierde cada 10 años un promedio de dos mil 132 hectáreas.

Entre las afectaciones resalta la tala ilegal, cuya operación representa 60 por ciento de la deforestación, en promedio mil 279 hectáreas, por ello entre 2017 y 2019 se realizaron siete mil 812 inspecciones a predios y aserraderos, logrando poner a disposición del Ministerio Público Federal a 91 personas por este delito.

El encargado de “Reservas Estatales” de la Secretaría de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambio Climático y Energía (Semabicce), Arturo Balam Coyoc, destacó que en la actualidad hay una batalla por la protección de zonas forestales por medio de recorridos de vigilancia, donde también colaboran instancias federales involucradas.

Ello en búsqueda de terminar con la tala ilegal que ha acabado con especies como el cedro, el ciricote y granadillo, que genera en la actualidad tala de especies como tzlam y nabá, que, curiosamente, de acuerdo con el guardaselvas Francisco Asturias, todavía existen del lado de Guatemala gracias a la vigilancia del Ejército.

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