Las fallas del Istmo desatan una investigación sobre las obras

Para la reforma de la rehabilitación de las vías del tren, de aproximadamente 185 kilómetros, se invierten 3,113 millones de pesos. El objetivo era incrementar la velocidad de los vehículos de 20 a 70 kilómetros por hora.

Sin embargo, este febrero cuatro vagones que transportaban cemento se descarrilaron y las durmientes por las que transitaban se fracturaron. El tramo dañado se encuentra entre Mogoñe a Estación Ubero, en donde hay avances en la intervención, pero no se ha terminado.

La mejora está a cargo de la empresa Península Compañía Constructora y Ferropartes Industriales del Norte. Rafael Marín Molliendo, director del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, explicó que se abrió una investigación al respecto y esta semana se volverán a instalar durmientes.

Dijo al diario Reforma que mientras se realizaban las obras de mejora, las empresas pidieron que no se detuviera el tránsito, por lo que no quedaron armados completamente, por lo que el tren debía pasar a máximo 10 kilómetros por hora.

En la parte dañada faltaba balasto, grava que da estabilidad a las vías férreas. La cuenta pública de la Auditoría Superior de la Federación registró anomalías sobre este elemento. Indicó que había un probable daño o prejucio al erario por 72.1 millones de pesos en suministro y colocación de balasto, ya que se pagó de acuerdo al precio unitario de 544.77 pesos en lugar de 528.05 pesos.