CIUDAD DE MÉXICO.- Las mujeres no solo se enfrentan día a día con las exigencias del mercado laboral sino con las actividades como cocinar, limpiar, cuidar de los niños y niñas, así como a los adultos mayores, las cuales forman parte del trabajo no remunerado y que realizan 2.5 veces más en comparación con los hombres, dedicando hasta 30 horas semanales, de acuerdo con datos de ONU Mujeres.
Durante el 2020, año en el que gran parte de la población mexicana estaba confinada, esto se intensificó aún más, pues el trabajo no remunerado representó un monto de 6.4 billones de pesos, lo equivalente al 27.6% del PIB nacional en comparación con el 22.9% registrado un año anterior, según la Cuenta Satélite del Trabajo No Remunerado de los Hogares de México (CSTNRHM) 2020, realizada por el INEGI.
“Las mujeres al estar a cargo de estas tareas ven limitadas sus posibilidades de elegir hacer otras cosas, por ejemplo, trabajar, involucrarse en la política o concluir sus estudios. Visibilizar la importancia del trabajo en casa es visibilizar también que el hecho de que no tengamos servicios de cuidados y de políticas públicas hace que las mujeres pierdan sus posibilidades de elegir”, explicó Mónica Orozco Corona, Directora de la asociación civil GENDERS y consultora del Banco Mundial
En el caso de la Ciudad de México, se reportó un incremento de hasta el 32% del tiempo destinado al desarrollo de estas actividades y un aumento de 13% en la jornada laboral en comparación con los hombres, de acuerdo con la encuesta realizada del 20 al 24 de julio de 2020 por la Secretaría de las Mujeres (Semujeres).
“Un estudio muy reciente realizado para México nos dice que cuando una abuela muere la madre de un niño tiene una reducción de casi 27% en sus probabilidades de participación laboral. Esto porque, aunque la abuela ya no cuida a sus hijos, se le queda el papel de cuidadora”, ejemplificó Orozco Corona.
El trabajo no remunerado golpea a todas las mujeres por igual, en el caso de las emprendedoras, el 52% de éstas que no realizan este tipo de actividades tienen ventas mensuales que ascienden a los más de 50,000 pesos, de acuerdo con datos de la Encuesta sobre Mujeres Mexicanas en la Economía 2021.
Además ante una inflación acelerada que se ubicó en 7.37%, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el registro más alto desde enero de 2001.
La experta argumentó que la inflación ha golpeado directamente a las mujeres por tres razones: la primera es que son ellas la mayoría de quienes no han recuperado sus empleos, la segunda es el incremento en su carga de trabajo no remunerado y la tercera es por esta inflación de precios.
“La inflación, aunada a la disminución de ingresos, afecta al gasto cotidiano y de manera muy particular a los hogares más pobres y con jefaturas femeninas”, puntualizó.
Ante esto, recomendó ampliar los servicios de cuidados con remuneración con escuelas de horario ampliado, casas de día para el cuidado de los adultos mayores y centros de cuidado temporal para las personas enfermas o con discapacidad, entre otras.
“En crisis económicas pasadas los periodos que transcurrieron desde el comienzo de la crisis hasta llegar a niveles más o menos de recuperación previa han sido de cinco o seis años. En este caso va a ser más complicado, por el golpe económico y el riesgo de contagio”.
Finalmente sugirió que estos servicios no se vean como un gasto, sino como una inversión para no generar costos sociales extra.
“Todo este conjunto de servicios podría generar una fuente de empleo para las personas que se desempeñan en esos sectores y detonar un crecimiento en la economía. Pero a la vez, podría permitir que las mujeres que hacemos tareas de forma no remunerada, tengamos la posibilidad de elegir qué hacer con nuestro tiempo”, finalizó. (Fuente: forbes.com.mx)