La salud del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM) ha sido calificada como mala, al igual que en 2006, lo que significa un retroceso y en gran parte esto se debe a la ausencia de peces, de acuerdo con un informe preliminar publicado hoy por la Iniciativa Arrecifes Saludables (HRI, por sus siglas en inglés).
Los datos que fueron dados a conocer a través de una conferencia virtual, señalan que 77 buzos de 36 organizaciones monitorearon todos los puntos del SAM entre junio y diciembre del 2021.
El estudio que se hace desde 2006 contempla la evaluación de cuatro indicadores: cobertura de coral, biomasa de especies de peces herbívoros y comerciales y cobertura de macroalgas carnosas.
En esta ocasión, entre los resultados se ha identificado que el 44 por ciento, de los 234 sitios en México, Belice, Guatemala y Honduras utilizados para producir el Reporte de Salud se clasifican como ‘malos’.
Aunado a esto, la cantidad de sitios clasificados como ‘críticos’ también se ha duplicado desde el último reporte, alcanzando el 31 por ciento de los sitios monitoreados.
Entre los sitios que sí tuvieron un resultado ‘muy bueno’, se encuentra Cozumel, en México.
Los investigadores indicaron que una de las razones por las que Cozumel obtuvo resultados positivos es porque este lugar ha estado completamente protegido de toda pesca durante décadas.
“La biomasa de meros y pargos del sitio de Cozumel es cinco veces mayor que el promedio regional. Además, solo 12 sitios (5 por ciento) se encontraron en ‘buenas’ condiciones en todo el SAM”, se indica en el estudio.
Se contaron más de 64 mil peces, sin embargo, los meros y pargos nuevamente tuvieron las mayores disminuciones desde el último reporte y ahora se ubican en una abundancia críticamente baja en todo el SAM.
“Solo 55 de los peces contados en los monitoreos de 2021 eran de las especies de meros más grandes, y solo 12 de estos meros eran en realidad lo suficientemente grandes como para reproducirse”, indicaron.
Con esto, se nota que la baja abundancia y el pequeño tamaño de los peces comerciales y herbívoros revelan una necesidad crítica de una mayor protección y gestión de la pesca, principalmente mediante un aumento rápido y sostenido de áreas totalmente protegidas, así como un aumento en el cumplimiento de esas protecciones.
La doctora Melanie Mcfield, quien también es científica de arrecifes de coral del Smithsonian con más de 30 años de experiencia trabajando en la región, mencionó que con estos resultados en sí hay un retroceso.
Asimismo, ha sido identificado que para lograr una clasificación ‘buena’ es la biomasa de peces comerciales que requiere un aumento del 142 por ciento para lograr un estado considerado como saludable.
La cobertura de coral vivo en los sitios de estudio en el SAM se encuentra en las mejores condiciones, requiriendo solo un aumento del 5 por ciento para que los sitios alcancen un estado ‘Bueno’.
Ante esta situación, volvieron a indicar que es urgente proteger al menos un 20 por ciento del mar bajo protección total de toda la pesca, esto a pesar de que se ha hecho la misma solicitud desde hace 15 años.
Por otra parte, también indicaron los efectos del cambio climático y los brotes de enfermedades seguirán afectando a los corales y por eso es importante tomar acciones urgentes. (Noticaribe)