Cientos, en la última fila para entrar a EU

Ciudad Juárez.— Cientos de ciudadanos nicaragüenses estaban a un kilómetro de lograr entrar a Estados Unidos.

Al menos 500 de ellos formaban una larga fila del lado estadounidense del río Bravo.

Cubiertos con cobijas a lo largo del muro fronterizo que divide Ciudad Juárez y El Paso, Texas, los migrantes esperaban pacientes a que los agentes de la Patrulla Fronteriza los procesaran y así solicitar el asilo político.

De acuerdo con información de la Patrulla Fronteriza, se estaba procesando primero a las familias, mujeres y niños.

Durante la noche del domingo y madrugada del lunes se pasaba a grupos de 50 personas y después se incrementó a 100, pero las personas seguían llegando y la fila parecía no disminuir.

Pese a que la gran mayoría procedían de Nicaragua, en la fila también había migrantes originarios de Ecuador, de Honduras y otros países centroamericanos, quienes también llegaron a esta frontera durante el fin de semana y decidieron entregarse a las autoridades estadounidenses, en busca de una oportunidad.

Autoridades de la Dirección de Derechos Humanos de Chihuahua explicaron que los ciudadanos nicaragüenses que se entregan a los agentes de la Patrulla Fronteriza no son regresados a México, como ocurre con los venezolanos, por lo cual el tránsito de estas personas por la localidad es únicamente de paso.

Sin embargo, temen que al incrementarse el flujo de migrantes de esa nacionalidad, el gobierno de Estados Unidos lance nuevas disposiciones que los dejen varados en la frontera.

Ecuatorianos se unen a la fila
En el mar de migrantes nicaragüenses una familia originaria de Ecuador tenía la esperanza de que las autoridades estadounidenses aceptaran su solicitud.

“En Ecuador nos amenazaron, hay muchas pandillas y nos enviaron mensajes con las fotos de nuestros hijos pidiéndonos la “vacuna” [cuota], si no la entregábamos, nos los mataban y por eso decidimos migrar”, relató uno de los integrantes de la familia que pidió el anonimato por motivos de seguridad.

Contó que llegaron la tarde del domingo a Ciudad Juárez y ayer, lunes, se decidieron a cruzar el río Bravo y formarse en la fila para esperar un turno.

“Pasamos la selva del Darién, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Guatemala hasta México. Llegamos en transporte hasta acá con la bendición de Dios y nosotros sólo queremos protección. Hay muchas bandas criminales en Ecuador que no te dejan vivir, te secuestran a tus hijos, te los roban y te los matan”, expuso.

Venezolanos, no pierden la esperanza
En contraste, del lado mexicano los venezolanos que esperan en Ciudad Juárez desde hace más de dos meses preguntaban si para ellos no habría excepción.

Las autoridades de Estados Unidos impusieron que para que un ciudadano venezolano pueda pedir asilo debe solicitarlo vía internet, tener una persona con situación legal en territorio estadounidense que se haga responsable de sus gastos y llegar a EU vía aérea, lo que ha afectado a cientos de migrantes que están varados.

“Ya vamos para casi un mes aquí y con el favor de Dios esperamos que la próxima semana ya sea así para nosotros. Nos acercamos para ver si se escucha algo, de que podamos pasar nosotros también, pero no. Nos dicen que sólo son los nicaragüenses y de otros países. Los venezolanos no podemos aún cruzar”, explicaba Edwin, quien observaba con tristeza la fila de migrantes que se formó del lado estadounidense del río Bravo.

Hasta la tarde de ayer el flujo de nicaragüenses y otras nacionalidades continuaba en el bordo fronterizo entre México y Estados Unidos, pese a las bajas temperaturas en la zona.