El caso Aguakan, es solamente una bandera política

Chetumal.- El contrato de concesión otorgado hasta 2053 a la empresa Aguakan en cuatro municipios del norte estado, difícilmente podrá ser revertido antes de que concluya ese periodo, y es más viable obligar a la concesionaria a que cumpla con las cláusulas y otorgue un buen servicio a la población.

La promesa de combatir la corrupción y afectación al patrimonio estatal, retirando esta concesión otorgada en la administración de Roberto Borge, que es uno de los principales compromisos del llamado Gobierno del Cambio, no es más que un engaño y bandera política de partidos y candidatos, incluyendo al PAN, reconoció diputado presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política de la XVI Legislatura, Eduardo Martinez Arcila, al referirse a las implicaciones negativas para las población en este tema.

Advirtió la necesidad de contar con cientos de millones de pesos y elementos legales de parte de los ayuntamientos de los municipios donde opera, además de demostrar la falta de cumplimiento del contrato para rescindirlo, y así echar para fuera a la empresa.

La CAPA, como organismo operador del agua y alcantarillado en Quintana Roo, tampoco cuenta con los recursos necesarios para entrar a cubrir el suministro de agua en Benito Juarez, Isla Mujeres, Puerto Morelos y Solidaridad, en donde la demanda de mejorar la infraestructura requiere de millonarios recursos anuales.